subiendo a 9.000 metros. balance y objetivos anuales

Con el año 2010 ya finiquitado es tiempo de hacer balance. Es momento de subir a 9.000 metros de altura según el modelo de seis niveles para revisar el trabajo. Toca revisar si lo que se ha hecho en los niveles inferiores ha contribuido para aproximarnos a la consecución de los objetivos anuales, o si es necesario renegociar los objetivos inicialmente planteados. Es el momento también de realizar los propósitos para el nuevo año y corroborar que los objetivos planteados en los niveles superiores (12.000 y 15.000 metros) siguen siendo válidos.

Es posible que te estés preguntando de qué estoy hablando cuando digo subir a 9.000 metros, o de los objetivos de niveles superiores o actividades de los niveles inferiores. David Allen, propulsor de «Getting Things Done» (GTD), utiliza esta analogía aeroespacial al describir las diferentes perspectivas desde las que se ha de definir el trabajo para revisar si las actividades desarrolladas van en la buena línea. De esta forma, cada nivel representa lo siguiente:

• Pista de aterrizaje: acciones que estás desarrollando en el momento actual.
• 3.000 metros: proyectos actuales en los que andas metido.
• 6.000 metros: tus áreas de responsabilidad.
• 9.000 metros: tus objetivos a medio plazo (anuales o, como máximo bianuales).
• 12.000 metros: tu visión a largo plazo (objetivos que pretendes alcanzar en 3 ó 5 años).
• 15.000 metros: tu vida (metas a las que esperas llegar en tu vida).

José Miguel Bolívar explicaba el uso práctico de esta forma de definir y revisar tu trabajo de una forma muy sencilla en esta entrada de su blog.

Yo nunca me había parado a definir mis objetivos personales y plasmarlos en un plan de desarrollo personal hasta que conocí este sencillo modelo, y la verdad es que es muy útil y recomendable. Te ayuda a reafirmarte en aquellas actividades que quieres realizar para avanzar en tus objetivos y te permite identificar claramante las tareas que no te aportan nada de cara al futuro. Pero a lo que iba. Subo a 9.000 metros de altura y me pongo a hacer balance de los hitos más relevantes de 2010. Este año que acaba de terminar ha sido para mí muy intenso en mi faceta personal. En el ámbito profesional ha sido el año de la consolidación, de ir cerrando asuntos y preparando proyectos que estaban aparcados; la emoción llegará (espero) en 2011.

El año 2010 se inició con una ruptura drástica: dejaba mi papel de representante de personal. Durante más de 3 años dediqué muchas energías y desgaste a defender los intereses del colectivo de compañeros al que representaba. Una actividad con la que terminé fráncamente
defraudado. Pero en poco tiempo conseguí pasar página y desconectar totalmente, lo que me permitió centrarme más en otras facetas de mi
vida personal que estaban algo descuidadas.

Los cambios drásticos no acabarían ahí. La parte más oscura del año llegó en los primeros meses de 2010. Ya lo contaba al hablar de «mis señales«: quién me iba a decir que tendría que hacer frente al fracaso. Es duro sentir el fracaso. Es duro ver el fracaso en quién más te importa. Y es más duro sentirte conductor del fracaso.

Pero si hay algo que la vida me ha enseñado es a intentar convertir en oportunidad las amenazas (DAFO aplicado a uno mismo). Y lo que
en aquél momento se veía como un posible hundimiento, se convirtió en una nueva ilusión. Llegó el momento de rescatar proyectos vitales que habían quedado inútilmente aparcados. Llegó el momento de volver a entusiasmarnos. El proyecto más importante (aunque no el único): ser padres. Ser nuevamente padres. No hay cosa que más nos haya llenado en ocasiones pasadas, y no hay cosa que nos haya colmado más en este año. Y eso que ¡sólo han sido los preparativos! El proyecto «donde caben 2 caben 3» ha sido divertido, más al estar dentro del área «bricolaje en familia» (no sabes lo entretenido que puede resultar pintar una habitación, hacer un armario empotrado o restaurar una cuna con dos niñas de 9 y 6 años).

En este año he llevado a cabo también un cambio en mi actividad bloguera. Decidí cambiar la carcasa de mi blog y dar así un nuevo enfoque a esto de escribir. No estoy del todo satisfecho. Aún no he conseguido coger ritmo. La comunicación todavía no está todavía en mi día a día de forma natural. Será que aún no he vencido la tensión narrativa que señalaba Julen. Pero estoy en ello. No desfallezco. 2011 espero que sea el año en el que alcance la velocidad de crucero. De momento, el gráfico representa lo tratado en el blog durante el año 2010.

Durante este año pasado he consolidado la mejora en mi productividad personal. Ya he conseguido implantar el método GTD para gestionar mi día a día, y siento que llevo las riendas de mi vida, no sólo en el aspecto profesional, sino también en mi vida personal. Incluso he empezado a escribir algunos post sobre lo que he aprendido con el método; no al ritmo que me gustaría, pero paso a paso. También he mejorado mi concentración evitando las distracciones gracias a la técnica Pomodoro. Pero el camino de la mejora es continuo y aún queda mucho por hacer y muchos hábitos que cambiar.

2010 ha sido el año de la experimentación. He dedicado buenos y divertidos momentos a «bichear» aplicaciones, herramientas, redes sociales… He buscado qué me podía ayudar a ser más productivo y cómo podía gestionar y compartir el conocimiento. Si tuviese que destacar mis mejores «descubrimientos» (o re-descubrimientos) del año te diría que el iPhone es el gadget que más he explotado, encontrándole nuevas posibilidades continuamente (¡gracias cuñao por regalármelo!). En cuanto a aplicaciones, RemenberTheMilk ha sido mi aliada para tener todo mi sistema GTD bajo control, Evernote y Delicious para tener siempre a mano los documentos y enlaces que necesito, Feedly y MobileRSS para gestionar mis lecturas en el PC y en el iPhone, y Twitter como red social en la que he podido conversar con un fantástico grupo de personas sobre los temas que más me interesan.

Me ha resultado también muy estimulante participar en algunos eventos en los que espero repetir en 2011. Por primera vez asistí a un «sarao» sobre redes sociales (en concreto sobre marketing en las redes sociales), al que siguió otro más centrado en la Administración (mesa redonda: redes sociales y administración electrónica), en el que pude encontrarme en persona con Iñaki Ortíz después de 3 años conversando con él por la blogesfera pública, y un tercero más orientado hacia la empresa (Evento Empresa 2.0). Mención aparte merece el Evento Blog (EBE10) al que asistí por primera vez y al que seguro que asistiré en las próximas ediciones. Allí pude desvirtualizar a mogollón de admirados bloggers y twitteros. Y como broche final, el movimiento #orgullofunkz, con la redacción del primer borrador de Manifiesto Funcionarios Emprendedores (Manifiesto Funkzionata).

En la faceta puramente profesional, el balance no es tan positivo. No he conseguido avanzar mucho en los nuevos objetivos que me marcaba para la Unidad Técnica del Centro de Estudios de Postgrado en el que trabajo. Pero ha sido un año de cerrar temas «pesados», lo que me va a permitir centrarme en este nuevo año en lo verdaderamente emocionante: los nuevos objetivos 🙂

• VERIFICA. Este ha sido el año de culminar la adaptación de los Másteres a la nueva ordenación del Espacio Europeo de Educación Superior y del diseño y aprobación de los nuevos programas de Doctorado. Pero no me quejo, el proceso ha concluido con un éxito rotundo.
• Sistema de Garantía Interna de Calidad (SGIC). También ha sido el año de la revisión y simplificación del SGIC, al que ya sólo le queda empaquetarlo y ponerle el lacito de regalo para pasar el testigo.
• Centro 2.0. La propuesta presentada en su momento para llevar a cabo un proyecto experimental de apertura de la gestión del Centro recibió este año un tímido respaldo. De todas formas las actividades anteriores no me dejaron hueco en mi agenda para experimentar, pero ya está el camino allanado para darle caña en 2011.

Para terminar, una enumeración rápida de los propósitos para 2011 (objetivos a 9.000 metros):

• Acercar más los servicios del Centro a los grupos de interés (continuar con el desarrollo de la administración electrónica, contribuir a la mejora de la web y, sobre todo, poner en marcha el proyecto experimental Centro 2.0 para fomentar la participación, practicar una escucha activa y probar herramientas colaborativas para fomentar la mejora e innovación en la gestión).
• Maximizar la transparencia en la gestión del Centro (publicar indicadores sobre resultados y automatizar su actualización mediante un Datawarehouse).
• Conseguir la acreditación de los Títulos oficiales (verificación de las nuevas propuestas y seguimiento de los ya aprobados) y la concesión de ayudas para su financiación.
• Fomentar la mejora de la planificación y calidad (plan estratégico, evaluación de competencias, mediciones y evaluaciones) y la innovación en los servicios del Centro (CoPs).
• Proponer y organizar, en su caso, cursos-talleres sobre productividad y habilidades 2.0.
• Ampliar mi formación académica y mi nivel de inglés.
• Coger velocidad de crucero en el blog FunkziUni.
• Dinamizar el debate sobre el Manifiesto Funkzionata y conseguir más apoyos (objetivo: 1000 adhesiones) y, quién sabe, si es posible culminar con un encuentro. 😉
• Participar en «saraos» interesantes (Congreso Empresa 2.0 España, Evento Blog y quizás Tecnimap, algún Curso de Verano y alguna sesión del Tapas&Tweets o algún sarao por el estilo).
• Consolidar y ampliar mi red de contactos en la web social (afianzar Twitter, incrementar mi presencia en Linkedin y Facebook, y explorar Gnoss).
• Coadyuvar a mis hijas (y pronto a mi nuevo hijo) a su desarrollo.
• Continuar con las actividades semanales de ocio en familia (deporte, salir, juegos y bricolaje), las escapadas (caravaning y vacaciones) y el tiempo exclusivo en pareja. 🙂

Y tú, ¿planificas de alguna forma tu actividad? ¿te has planteado alguna vez hacer tu plan de desarrollo personal? ¿cómo lo haces?