La Ley Sinde: Ley de Economía Sostenible. (via @Tonapou)

No cambio ni una coma, copio-pego el post completo de Tonapou

NO al cierre de webs

La verdad es que me chirría mucho que una Ley con un nombre de “Economía Sostenible”, con los tiempos que corren, salga de el Ministerio de Cultura. Cultura y Economía son cosas que, detodalavidadelseñor, han estado bastante reñidas, pero bueno, que no es esa la única incongruencia.

La Ley de Economía Sostenible no se llama asín porque vaya a establecer bases sostenibles para el sector primario, ni ayudas sociales que solventen los problemas familiares de todas esas almitas que van a perder el subsidio de 40o y pico euros, ni va a suponer una disminución de tasas (por ejemplo) e impuestos para autónomos y pymes que vayan a ponerse a trabajar en lo que puedan de forma legal. La Ley de Economía Sostenible (según los cables que el famoso wikileaks sacó la semana pasada) está redactada bajo las indicaciones de un alguien de los USA para proteger básicamente a una industria que en ese país sí es industria pero que aquí no. Y lo hace apoyándose en los derechos de autor y en su vulnerabilidad a través del supuesto libertinaje que campa por la interné.

Para ello, se va a autorizar que (copipasteo del blog de Enrique Dans que lo clavó): “…la justicia española cambie para convertir Internet en un estado policial, en el que la competencia de cerrar una página web deja de estar en manos de los jueces y pasa a ser ejercida por una comisión dependiente del Ministerio de Cultura. Como no les gustaba lo que decían nuestros jueces en aplicación del derecho español, va y los cambian: les quitan las competencias, y se las dan a esa comisión.”.

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Manifiesto por una Red Neutral (#redneutral)

Imagínate que un día, de buenas a primeras, se privatizan las vías de comunicación. Imagínate que en un contexto de crisis económica y una fiebre liberal, con un interés inusitado por atacar al sector público, deciden que las Administraciones Públicas no pueden seguir costeando el mantenimiento y construcción de nuevas carreteras, ¿qué pasaría? Te recomiendo que leas este artículo sobre la necesidad de la neutralidad de las carreteras.

Ahora imagínate que es la infraestructura de la red de redes la que comienza a verse amenazada por los intereses económicos privados. Asusta, ¿no? Por eso yo apoyo el Manifiesto por una Red Neutral.

(Si te sientes cómodo y representado por este texto, dale toda la difusión que puedas y quieras: reprodúcelo, enlázalo, tradúcelo, compártelo, vótalo… todas esas cosas que puedes hacer con total tranquilidad y libertad gracias, precisamente, al hecho de que tenemos todavía una red neutral. Hagamos posible el seguir teniéndola. Si lo mencionas en tu cuenta de Twitter o Facebook, usa el hashtag #redneutral)

Los ciudadanos y las empresas usuarias de Internet adheridas a este texto MANIFESTAMOS:

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gracias Internet!! – feliz #diadeinternet

Hoy me siento agradecido. Hoy, no sé por qué, me he dado cuenta de que le debo mucho a Internet. Por deber, le debo hasta el puesto de trabajo que tengo. No, no es que lo encontrara por Internet. Soy funcionario y, de momento, Internet no sirve para opositar ;). A lo que me refiero es al aprendizaje que me ha facilitado Internet. Te cuento.

Mi relación con la Red se remonta casi a los inicios de su desarrollo en España, allá por 1.994. En aquel año yo trabajaba en una empresa de distribución de equipamiento informático. El primer contacto fue estrictamente profesional: sólo correo electrónico, telnet con el servidor de la central para tramitar los pedidos y un poco de ftp para descargar algún que otro driver.  Hubo algún que otro coqueteo con el chat, o IRC como por aquél entonces lo conocíamos. Pero reconozco que no me llamó la atención. Sólo con el email ya aquello parecía del siglo XXI. La WWW no estaba muy conseguida gráficamente. La velocidad de la Red era penosa si la comparamos con lo que hoy estamos acostumbrados. El hecho de conectarte a Internet tenía su encanto, con el característico sonido del módem.

pi-po-pi-pa-pi-po-pi-po-pa… wiiiiiiiii, wooooooo, wuuuuuuuu

¡Qué tiempos aquéllos! Por aquél entonces no se hablaba de geeks, frikis ni nada así. Pero sin duda, hablar de Internet entonces era sinónimo de que te miraran con expresión de decir: mandeeee!

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