GTD: trabajando con información

Presentaba el otro día el método GTD, enfocándolo hacia los posibles beneficios para los funkzionatas. Continuo hoy, tras unos días de inactividad bloguera, con la serie que espero ir publicando por aquí.

A ver si adivino: en tu trabajo, para hacer las cosas que tienes que hacer, tienes que manejar información, información y más información. ¿A que sí? Esta información será de lo más variopinta: que si hay un procedimiento que se debe seguir, que si tal documento cumple o no los requisitos de tal norma, que si faltan tantos días para que venza tal plazo, que si tienes que tratar tales asuntos con una persona en cuanto la veas, que si tienes que informar a no sé quien sobre esto o sobre aquello… información y más información. ¿Y dónde está toda esa información?, ¿qué?, ¿en tu cabeza?… A ver, a ver… A que adivino: en más de una ocasión has metido la pata por olvidar aquello que no tenías que olvidar. Y te preocupa que vuelva a pasar. Seguramente te habrás autoconvencido de que, claro, es normal… «con la cantidad de cosas que tengo que llevar pa’lante, algún error es normal». Pero te preocupa volver a equivocarte, volver a olvidar algo.

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GTD para funkzionatas. Empecemos por el principio

Playmobil Pocketmod - Miniture GTD (9/365)

foto de orangeacid en Flickr

El otro día me preguntaba yo mismo si los funcionarios podemos mejorar la productividad, y te contaba cómo conocí el método “Getting Things Done” (GTD) que me está ayudando a liberar la mente, a ganar en seguridad y control sobre mi actividad y a evitar el estrés.

Pero es que además me está ayudando a incrementar mi productividad.

El método GTD es un conjunto de técnicas sencillas, que de forma separada se ven lógicas, muchas incluso es posible que las estés aplicando de forma natural sin saber qué es GTD. El objetivo final del método es incrementar la productividad sin estrés. Cuando hablo de productividad me refiero a TU productividad, la personal, la que depende directamente de ti, sin peyorativos impuestos por la organización en la que trabajas. El incremento de tu productividad lo puedes conseguir en tus tareas de la oficina o en tus proyectos personales (en tu vida privada), o en tu actividad global, la que abarca tanto tu aspecto profesional como el personal. Tú decides.

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